La moderación del consumo de energía es esencial para cumplir objetivos generales de reducción de emisiones. Organizaciones y empresas de todos los sectores están analizando en detalle el consumo de energía durante el uso, todo un reto en un entorno en constante cambio. Aquí analizamos las tendencias que afectan al trabajo para reducir el consumo de energía en el sector de la seguridad.
Todos somos más conscientes que nunca de cómo el uso que hacemos de la energía afecta a los esfuerzos para reducir las emisiones de CO2 y mitigar el cambio climático. Esto es tan cierto para las empresas como para las personas, especialmente para aquellas como Axis, que han firmado el Pacto Mundial de las Naciones Unidas.
Cada vez más, las iniciativas imponen demandas no solo a la organización firmante, sino a toda su cadena de valor, tanto a los tramos superiores como a los inferiores. La ampliación del alcance es bienvenida para ayudar a conseguir un impacto positivo con mayor rapidez, pero el deseo de cambio también puede verse afectado por factores externos.
Nosotros vemos tres tendencias clave que están teniendo un impacto en los esfuerzos para hacer un cambio positivo y, dentro de ellas, algunas oportunidades adicionales.
Tendencia 1: el aumento del uso de energías renovables en soluciones de seguridad
En términos generales, el aumento del uso de fuentes de energías renovables resulta esencial para cumplir los objetivos de reducción de las emisiones globales. Aunque la transición de toda una red eléctrica a energías renovables lleva tiempo, cada vez vemos que se emplean más energías renovables, especialmente la fotovoltaica, en casos de uso específicos de soluciones de seguridad, junto con otras medidas de ahorro energético.
El primero de ellos es el aumento de instalaciones de “postes inteligentes” alimentados con energía solar en entornos urbanos. Aunque estos pueden ofrecer una gran cantidad de funciones, desde cámaras de vigilancia integradas e intercomunicadores para llamadas de asistencia hasta puntos de carga y sensores ambientales, su función principal es tradicional: iluminación nocturna de zonas para mejorar la protección y la seguridad.
Durante la crisis energética de 2022, numerosas autoridades municipales establecieron “apagones” para ahorrar electricidad, en los que el alumbrado público se apagaría después de cierto tiempo. Aunque esta medida podría haber ayudado a cumplir el objetivo de ahorro de energía, no resulta difícil ver que también podría haber acarreado problemas de seguridad.
La iluminación que proporcionan los postes inteligentes soluciona este problema. La iluminación se puede atenuar cuando no haya nadie en las zonas circundantes, reduciendo así la carga en la red eléctrica o las baterías, y activarse o aumentar su intensidad cuando los sensores detecten personas aproximándose.
Las soluciones de seguridad temporales y móviles también están utilizando energía renovable. Este tipo de soluciones, que normalmente se instalan en remolques o contenedores, son ideales para entornos en los que no hay disponible una infraestructura típica de energía y red.
Algunos ejemplos de esto pueden ser un festival de música o un proyecto de construcción o bien, operaciones mineras o actividades de prospección de petróleo y gas en ubicaciones remotas. En estas ubicaciones, la energía renovable puede impulsar soluciones de seguridad avanzadas, aprovechando cada tipo de cámara, audio de red y capacidades de análisis.
Sin embargo, incluso si se utiliza energía renovable, resulta esencial que esta energía se consuma de la forma más eficiente posible. Cada vatio que se ahorra prolongará la vida útil de la batería.
Los perfiles de potencia y los modos de baja potencia permiten configuraciones para ahorrar energía sin comprometer el rendimiento de la solución. En lugares donde las temperaturas no son demasiado extremas, por ejemplo, los calentadores de las cámaras se pueden desactivar para ahorrar energía. También es posible revisar gráficas del historial de consumo de un dispositivo a lo largo del tiempo, lo que facilita el ajuste y optimización de la configuración.
Las cámaras que utilizan iluminación LED IR adaptativa permiten una videovigilancia de alta calidad en áreas con niveles de luz bajos. Esto significa que las escenas no necesitan estar completamente iluminadas todo el tiempo. La iluminación se puede atenuar cuando no hay actividad y aumentar su intensidad cuando se detecta movimiento y se requiere visibilidad total.
Tendencia 2: el crecimiento de la inteligencia artificial (IA)
Es imposible pasar por alto el enorme crecimiento de la IA en los últimos años. Muchos también sabrán que se requieren enormes cantidades de energía para el procesamiento de la IA, que suele ser proporcionada por un número creciente de centros de datos distribuidos por todo el mundo. Y no solo los propios requisitos de computación generan una enorme demanda de energía, sino que también se producen repercusiones, como la energía necesaria para enfriar miles de servidores en el interior de los centros de datos.
Por lo tanto, resulta esencial medir, examinar y optimizar todos los aspectos del consumo de energía para la prestación de servicios basados en IA.
Una tendencia que puede ayudar a mitigar el consumo de energía de los centros de datos de IA y las salas de servidores locales es equilibrar el uso de servidores para el procesamiento de la IA con más computación de IA en el extremo de la red, es decir, en el interior de los propios dispositivos. Se trata de emplear la IA donde ofrece mayores ventajas y de la manera más eficiente en términos energéticos.
Por lo general, la IA local consume menos energía que el procesamiento en un servidor. Esto es especialmente cierto cuando se utilizan procesadores diseñados específicamente para analizar datos de un sensor visual, en lugar de utilizar un chip de IA genérico en un servidor. Esto último podría ser algo parecido a utilizar un martillo para cascar una nuez.
Además, si el procesamiento y algunos análisis se producen en el interior de las propias cámaras, la cantidad de datos que se envían a través de la red también se reduce significativamente. Esto, a su vez, reduce los requisitos de ancho de banda y almacenamiento, lo que ofrece como resultado un ahorro adicional de energía. Lógicamente, cuando una gran parte del procesamiento tiene lugar localmente, también se reduce la necesidad asociada de análisis basados en servidores.
Tendencia 3: creciente demanda en un mercado energético global incierto
La crisis energética de 2022 aumentó la concienciación sobre la dependencia del suministro de energía en relación con factores políticos y económicos. Más recientemente, tal y como se ha descrito anteriormente, nos hemos dado cuenta de cómo la tecnología también puede tener un gran impacto en la demanda mundial de energía.
La necesidad de energía en todo el mundo no deja de aumentar, mientras que el suministro es ahora menos seguro que nunca. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que la demanda mundial de energía aumentará a un ritmo más rápido entre 2023 y 2026 que en los años anteriores.
Y aunque la AIE también prevé que la cuota de energías renovables aumente del 30 % de la generación total de electricidad en 2023 al 37 % en 2026, esto enmascara el hecho de que debido al aumento de la demanda general, la cantidad absoluta de energía basada en combustibles fósiles también aumentará.
En resumen, vivimos actualmente en un mundo en el que la demanda de energía está aumentando, su suministro es menos estable y la transición a energías renovables se está desarrollando más lentamente de lo que nos gustaría.
Y aunque las energías renovables se conviertan en una parte cada vez mayor de la producción mundial de electricidad, no debemos conformarnos: la eficiencia energética es algo positivo, incluso en un mundo renovable.
Por lo tanto, es imperativo que nosotros, individuos y empresas, sigamos impulsando todas las iniciativas posibles para reducir el consumo de energía y las emisiones.
Mantenernos a la vanguardia en cuestiones relacionadas con la sostenibilidad forma parte de nuestro ADN. Trabajamos para eliminar plásticos tóxicos de los productos mucho antes de lo que exigían los reglamentos y lo mismo está ocurriendo con la mejora de la eficiencia energética de nuestros productos.
