Normalmente, si pensamos en “protección perimetral” se nos vienen a la cabeza imágenes de muros de gran altura y vallas de tela metálica, pero a menudo es mucho más que eso. Aunque los fronteras físicas son determinantes para detener amenazas, también deben supervisarse muy de cerca. La implementación de soluciones tecnológicas avanzadas en el perímetro constituyen la clave para conseguir una protección eficaz.
El control de accesos sigue siendo un componente de importancia crítica de cualquier solución de seguridad y protección, y comienza con la protección de la frontera o perímetro más externo de la propiedad. Sin embargo, la complejidad del enfoque necesario a menudo depende del tamaño, el propósito y la ubicación de este límite. En algunos casos, la protección perimetral puede ser sencilla. En emplazamientos pequeños, por ejemplo, a menudo basta con una valla y un punto de control dotado de personal. Sin embargo, no todos los perímetros son iguales y estos pueden extenderse kilómetros en grandes instalaciones, por lo que su supervisión, así como cualquier intervención, puede plantear un reto al personal de seguridad.
Afortunadamente, existe una gama de opciones tecnológicas avanzadas diseñadas para “ver” allí dónde no llega la vista y ayudar al personal de seguridad a proteger propiedades e incluso territorios. Unos dispositivos de red integrados facilitan una vigilancia perimetral más inteligente, cibersegura y basada en IP que ayudará al personal de seguridad a detectar amenazas, minimizar falsas alarmas y proteger instalaciones, incluso cuando se encuentran a largas distancias y en condiciones de iluminación variables.
Implementación de un enfoque de múltiples capas
Antes de explorar los diferentes enfoques que se pueden implementar, merece la pena considerar los objetivos de la estrategia de seguridad y protección. Básicamente, el objetivo es detener y evitar amenazas (terrestres, marinas y aéreas) antes incluso de que accedan a las instalaciones y causen daños en activos valiosos. Entre estos daños se pueden incluir robos, actos vandálicos e incluso ataques a los propios dispositivos para obtener acceso a la red de la empresa como parte de un ciberataque.
La división del perímetro en diferentes zonas permite a los profesionales de la seguridad considerar el tipo de sensores necesarios en cada capa. Este enfoque multicapa no solo ofrece flexibilidad y escalabilidad dentro de la solución, sino que además determina cómo se comunican e interconectan estos sensores en escenarios de alerta y emergencia. La integración de diferentes componentes como, por ejemplo, radares, cámaras, otros sensores y análisis basados en IA, proporcionará la mejor solución posible.
Esto significa que la zona de vigilancia debe comenzar más allá de los límites de la propiedad, lo que se conoce como zona “prefronteriza”. La supervisión de esta área permite a los equipos de seguridad detectar actividad e intervenir potencialmente antes de que la amenaza acceda a las instalaciones.
En esta zona, los radares o cámaras térmicas ubicadas en el vallado delantero pueden orientarse hacia el exterior para detectar e identificar actividades no deseadas o posibles intrusos en cualquier momento del día, a largas distancias y en distintas condiciones meteorológicas. Esto permite la detección de personas con bastante antelación a su llegada a la puerta o valla. La combinación de cámaras con soluciones de detección basadas en drones de terceros permite rastrear e identificar amenazas aéreas, y notificar al personal de seguridad de cualquier actividad sospechosa. Aquí también se pueden integrar sirenas estroboscópicas o altavoces con los sensores existentes como ayuda para disuadir a los intrusos.
Cabe destacar que en esta zona pueden producirse falsas alarmas por lo que el uso de una combinación de tecnologías equipadas con análisis basados en IA permitirá mejorar la detección y diferenciación de las amenazas actuales para mejorar la eficiencia.
Si avanzamos hacia el interior desde el vallado delantero, el perímetro se puede seguir dividiendo en zonas de protección, zonas delimitadas con barreras o bolardos y un segundo vallado. Estas constituyen las siguientes áreas para detección e intervención, y deben supervisarse para evitar el acceso de intrusos a la propiedad. De forma similar al enfoque que se presta a la zona prefronteriza, aquí se puede implementar una combinación de tecnologías conectadas en red para detectar y disuadir a intrusos que hayan conseguido cruzar la primera línea de defensa, antes de que lleguen a activos valiosos.
Control de fronteras: protección perimetral en acción
El control de fronteras es el ejemplo definitivo de cómo se pueden supervisar y proteger límites físicos. Esto se debe a la combinación de grandes distancias, cambios en el terreno y la necesidad de un estricto control de acceso. Las fronteras deben supervisarse continuamente para evitar actividades ilegales. Merece la pena tener en cuenta que las tensiones geopolíticas pueden complicar aún más las cosas, sobre todo en periodos de conflicto.
En este escenario, los objetivos de una protección perimetral eficaz son apoyar al personal de seguridad detectando actividades sospechosas más allá de la línea fronteriza, facilitar una intervención eficaz y ayudar al personal de seguridad a gestionar y coordinar las respuestas a las alarmas. Sin embargo, la naturaleza de las fronteras puede plantear desafíos a la hora de supervisar y detectar actividad.
Los cambios en la topografía, por ejemplo, (como montañas y bosques) pueden crear puntos ciegos que afectarán a las operaciones de seguridad. Las fronteras también suelen ser muy largas como ocurre, por ejemplo, con la frontera de 8891 kilómetros entre Estados Unidos y Canadá. Esto afecta a la capacidad de realizar patrullas a pie y responder a las amenazas de forma eficaz. Además, la longitud de estos límites aumenta la probabilidad de que tanto unas condiciones meteorológicas adversas, como unos terrenos difíciles, una escasa iluminación y falsas alarmas constituyan factores que sea necesario gestionar.
La clave para lograr una protección perimetral eficaz reside en implementar una combinación de tecnologías que ayuden a superar todos los desafíos que se plantean en estas situaciones. En este tipo de escenario, será fundamental aplicar un enfoque de múltiples capas, tratando cada zona ligeramente de manera diferente dependiendo de las necesidades.
Las tecnologías de radar y cámaras térmicas, por ejemplo, se pueden utilizar en combinación con cámaras PTZ a lo largo del vallado delantero para realizar un seguimiento de los objetos que se encuentren en el interior del área protegida, así como para supervisar e identificar continuamente intrusos o personas sospechosas que se encuentren a largas distancias. Esto permite una detección e intervención tempranas antes de que se cruce la línea fronteriza. En el terreno, el personal de seguridad de patrulla puede estar equipado con cámaras corporales para proporcionar otra perspectiva junto con las cámaras PTZ tradicionales y mejorar la coordinación de la intervención con posicionamiento GPS y vista en directo a nivel humano.
Permitir una supervisión y defensa superiores contra innumerables amenazas
Una protección perimetral eficaz garantiza la identificación y detención de amenazas antes de que puedan llegar a áreas valiosas o de importancia crítica en el interior de unas instalaciones. Sin embargo, factores tales como el clima, la iluminación, el terreno y las distancias, dificultan la implementación de soluciones que permitan supervisar áreas durante todo el año. Un enfoque que aproveche las capacidades de una gama de cámaras y análisis basados en IA es la mejor manera de garantizar que el personal de seguridad cuente con el apoyo suficiente y pueda intervenir en caso de detectar una amenaza. Esto permite reducir los diferentes tipos de amenazas antes de que puedan tener un impacto, lo que permitirá conseguir mejores resultados.