Ante el aumento de la preocupación por el medioambiente, la demanda de prácticas sostenibles se ha intensificado en todos los sectores. Al mismo tiempo, se han puesto en marcha nuevos marcos regulatorios, como la Iniciativa sobre productos sostenibles (SPI) de la UE, incluido el Reglamento relativo al establecimiento de requisitos de diseño ecológico aplicables a los productos sostenibles (ESPR), para que los productos ecológicos sean la norma en la industria. Iniciativas como esta instan a las empresas a priorizar el uso de materiales más sostenibles y a convertir la sostenibilidad en una prioridad para los grupos de interés.
Si bien modificar la línea de productos de la industria de la seguridad no está exento de desafíos, ahora existen una serie de alternativas más sostenibles para los materiales plásticos. Es importante que el sector analice qué opciones hay disponibles en la actualidad y cómo pueden las empresas adaptar sus productos en consecuencia.
Situación actual de la industria
El diseño de productos está evolucionando para satisfacer las demandas de sostenibilidad. En comparación con hace diez años, cada vez hay más materiales sostenibles entre los que elegir, lo que brinda a las empresas de seguridad la oportunidad de mejorar su catálogo de productos. Un avance notable es la aparición de plásticos de base biológica, fabricados total o parcialmente a partir de recursos renovables de origen biológico. Junto con los plásticos reciclados, estas alternativas sostenibles ofrecen a los fabricantes un amplio abanico de oportunidades de diseño ecológico.
Aunque van surgiendo opciones más sostenibles, en la industria de la seguridad se siguen usando de forma generalizada muchos plásticos considerados vírgenes y basados en combustibles fósiles, particularmente los basados en policarbonato. Su resistencia y larga vida útil han sido tradicionalmente una ventaja, pero esa misma durabilidad plantea distintos retos. Algunos plásticos pueden contener sustancias peligrosas que ejercen un efecto tóxico en el medioambiente. Si se eliminan en vertederos, su prolongado ciclo de vida implica que permanecerán en el entorno durante mucho tiempo. Como alternativa, estos plásticos podrían enviarse a plantas de recuperación energética, en lugar de a vertederos, para quemarlos y producir electricidad, liberando emisiones de carbono que perjudican al planeta.
El cambio a alternativas sostenibles es imperativo, pero algunas empresas de seguridad aun muestran su preocupación por que estos productos no ofrezcan la misma calidad ni la misma durabilidad que los plásticos tradicionales. Estos son requisitos esenciales para productos de seguridad como las cámaras de red, que deben ser duraderas. Si bien es cierto que antes se empleaban materiales sostenibles exclusivamente en productos con una vida útil corta, como los envases, las recientes innovaciones han supuesto un gran avance para los plásticos ecológicos. Actualmente existe un número creciente de alternativas a los plásticos vírgenes que son más robustas y duraderas, y cada vez se reconocen como materiales de alta gama para productos de vigilancia.
Garantizar materiales de alta calidad
La calidad de los materiales sostenibles debe seguir siendo una prioridad principal para los fabricantes del sector de la seguridad, no solo para satisfacer las expectativas de los clientes, sino también para cumplir la normativa. Los fabricantes que deseen vender globalmente deben acatar los reglamentos más exigentes del mundo.
Cualquier material usado en el diseño de un producto requiere pruebas exhaustivas, tales como ensayos al aire libre para garantizar un funcionamiento correcto en condiciones meteorológicas adversas, pruebas de seguridad contra fallos para garantizar el cumplimiento de las normas de protección contra incendios o ensayos eléctricos para confirmar que no presentan riesgo para el usuario final.
Uno de los retos es que los requisitos de seguridad pueden no coincidir con los de sostenibilidad. Las empresas no pueden sacrificar la seguridad en favor de la sostenibilidad, pero existe un número limitado de materiales sostenibles certificados que cumplen la normativa de seguridad, aunque se dispone de menos datos sobre estos materiales más novedosos. Por ello, las pruebas a las que se someten los materiales sostenibles son mucho más exhaustivas en comparación con los plásticos tradicionales, pero resultan esenciales para garantizar su seguridad de uso y no comprometer la calidad ni la vida útil del producto final.
Los ensayos a los que se someten los materiales sostenibles permiten a los fabricantes ampliar sus conocimientos sobre ellos y verificar sus propiedades a largo plazo. Al actualizar productos existentes o probar materiales reciclados, por ejemplo, se ha comprobado que algunos materiales sostenibles son más eficaces y resistentes que los plásticos vírgenes empleados históricamente. De hecho, se ha demostrado que los productos sostenibles pueden ser igual de buenos, si no mejores, que sus homólogos de plástico en términos de vida útil.
Los fabricantes deben pensar en el largo plazo al probar materiales. Si un producto dura diez años o más, no sabrán con certeza si los materiales que usan hoy en el desarrollo de dicho producto podrían prohibirse en el futuro. Por ello, tienen que ir un paso por delante e ir buscando sustitutos para los materiales considerados peligrosos actualmente y para otros que previsiblemente sufrirán restricciones en el futuro, como los retardantes de llama bromados y clorados. Eliminar gradualmente tales sustancias antes de que se exija por ley garantiza estar listo para cumplirla y, al mismo tiempo, ofrecer una ventaja competitiva.
Comprender la cadena de valor
Resulta esencial que los fabricantes estudien su cadena de suministro para determinar dónde y cómo se producen los materiales, cómo se obtienen y cuál es su impacto social y medioambiental en general. No basta con preguntarse si el material es sostenible; también entran en juego otros factores como la ética laboral. Sin embargo, la trazabilidad y la transparencia en el suministro no siempre son claras.
A veces una opción sostenible trae consigo un impacto negativo que hay que tener en cuenta. No basta con que un material sea de base biológica para considerarlo sostenible. ¿Y si el cultivo de esas plantas se realiza en tierras agrícolas y perjudica al abastecimiento local de alimentos?
Hay mucho que analizar para que las empresas de seguridad realicen la elección más sostenible posible sin renunciar al desarrollo de un producto de alta calidad y alto rendimiento. Una estrecha colaboración con los proveedores de materiales facilita ese equilibrio, ya que pueden proporcionar información valiosa sobre las propiedades de los materiales y su origen.
Cambiar a plásticos sostenibles
Aunque ofrecen alta calidad y valor ético, el cambio a los plásticos sostenibles puede acarrear un coste financiero ya que suelen ser más caros como materia prima. Y más aún si se trabaja con un proveedor para desarrollar un material a la medida para satisfacer una necesidad única o aprobar una certificación determinada.
No cabe duda de que la proliferación en el mercado de materiales más sostenibles está haciendo, inevitablemente, que la producción sea más rentable. Esta tendencia seguirá al alza a medida que más fabricantes se decanten por materiales reciclados y de base biológica en lugar de plásticos tradicionales desde las primeras fases del diseño de producto.
Los fabricantes también pueden mejorar los productos existentes en el mercado para hacerlos más sostenibles, aunque ello conlleva ciertos desafíos. Los productos se diseñan pensando en materiales concretos, y no siempre es sencillo adaptarlos utilizando materiales de base biológica y más sostenibles. Esto requiere invertir recursos para cambiar el diseño y volver a validar los nuevos materiales, garantizando que cumplan los requisitos normativos y mantengan la alta calidad del producto original, satisfaciendo las mismas demandas (o más exigentes) de los clientes. Sin embargo, se han desarrollado nuevos métodos para actualizar y producir materiales reciclados de alta calidad que mejoran el rendimiento y reducen la degradación, manteniendo así la longevidad y calidad de los productos existentes.
Más allá del diseño, los fabricantes también deben considerar la vida útil del producto y su fin de vida. Se han producido cambios significativos en la industria del plástico para satisfacer la creciente demanda de materiales reciclados y de base biológica, lo que ha permitido reducir algunos de los costes asociados. Aunque aún queda margen de mejora en la infraestructura de reciclaje a nivel mundial, el sector continúa avanzando.
Un futuro resiliente y sostenible
La innovación en la industria del plástico ha ofrecido como resultado una oferta de opciones sostenibles más amplia que nunca, y muchas de ellas ofrecen la misma —e incluso mayor— calidad y durabilidad que los plásticos vírgenes equivalentes. Si a esto se suman los importantes avances en el ámbito de los materiales reciclados, así como la capacidad de rediseñar productos utilizando plásticos de base biológica, existe una clara oportunidad para que las empresas cambien a materiales plásticos más sostenibles.
El paso hacia un futuro sostenible no está exento de desafíos, y podrían pasar varios años antes de que lo “verde” se considere la norma. No obstante, los fabricantes con visión de futuro ya eligen materiales sostenibles que limitan su impacto ambiental y, al mismo tiempo, les permiten ofrecer a los clientes productos de alta calidad, duraderos y resistentes.
