Al comprar un sistema de seguridad (o equipos para integrarlos en un sistema existente), es fácil fijarse solo en el coste directo de los nuevos dispositivos. Sin embargo, esta inversión inicial representa únicamente una pequeña parte del coste total de propiedad del sistema. Factores como el almacenamiento y el mantenimiento influyen en el gasto total, al igual que la instalación, un aspecto que pocas veces se tiene en cuenta.
En este artículo, conocemos a José Ramón Ansó, director técnico de Gemed Soluciones, un socio de Axis especializado en ciberseguridad. Nos explica los diferentes factores que influyen en los costes de instalación de una cámara de seguridad y las principales cuestiones que debemos tener en cuenta al planificar una instalación.
Háblenos un poco sobre Gemed Soluciones…
Gemed Soluciones ofrece un amplio abanico de servicios diseñados para mejorar la ciberseguridad de las organizaciones, partiendo de la base que la seguridad de la información es innegociable en estos momentos. Como empresa especializada en la integración y socio de Axis, ayudamos a los clientes a elegir el sistema de seguridad que se ajusta mejor a sus necesidades y sobre todo a instalarlo priorizando la ciberseguridad en todas y cada una de las fases.
Los fabricantes como Axis deben asumir su parte de responsabilidad (desde ofrecer funciones de ciberseguridad integradas hasta proteger el firmware para evitar que sea una puerta de entrada para los ciberdelincuentes) y los integradores también. En nuestro caso, debemos aprovechar las herramientas de ciberseguridad que incorporan estos dispositivos para reforzar los niveles de seguridad de la infraestructura de red y el sistema.
Incluso los dispositivos de vigilancia más sofisticados con funciones de ciberseguridad avanzadas pueden convertirse en una vía de acceso a la red para los ciberdelincuentes si se instalan sin analizar bien qué servicios hay que activar o desactivar, no se activan las medidas de seguridad pertinentes o no se cifran y aíslan los datos del resto de la red. Esta idea es clave: las empresas tienen que proteger su sistema de seguridad no solo para garantizar la seguridad de su infraestructura, sino también la de sus clientes y la de los clientes de sus clientes.
¿Qué deben tener en cuenta los clientes al planificar la instalación de un sistema?
Mi principal recomendación es sustituir el concepto de “gastar” en cámaras por el de “invertir”. Cuando “gastamos” dinero en un producto o servicio, lo vemos como un gasto y punto, mientras que cuando hablamos de “invertir” el objetivo es otro, el de rentabilizar al máximo ese gasto. Esta es la mentalidad correcta al planificar la instalación de un sistema de seguridad.
Muchas empresas basan sus decisiones en el coste de los dispositivos o en el de un instalador, pero no se dan cuenta de que al elegir la opción más barata en esas fases iniciales van a tener que asumir costes más altos posteriormente. Por ejemplo, una empresa puede ahorrar dinero en la instalación de las cámaras de seguridad si escoge el instalador con el presupuesto más bajo, pero ese ahorro no le habrá servido de mucho si el instalador no configura los protocolos de seguridad adecuados en los dispositivos. Los costes derivados de una vulneración de seguridad a causa de dispositivos poco seguros o instaladores con una formación insuficiente son incalculables, desde perjuicios para la reputación de la empresa hasta cuantiosas multas o penas de prisión para los responsables.
Puede parecer lógico fijarse solo en el coste de los dispositivos y el instalador. Sin embargo, si descuidamos todo lo demás, como los objetivos que persigue la organización con el sistema de seguridad o el coste total de propiedad a lo largo de todo el ciclo de vida del sistema, la empresa está tomando la decisión basándose en una parte mínima de la información que debería valorar.
Dicho esto, debemos ser conscientes de que las empresas no pueden saberlo todo sobre sistemas de seguridad y su instalación. Es importante trabajar con un instalador que entienda sus necesidades y que sea capaz de optimizar el sistema de seguridad elegido durante la instalación. El resultado son menos problema (con el sistema y con el cumplimiento de las normativas) y también un ahorro económico.
¿Qué factores influyen en los costes de instalación?
Muchas empresas se fijan en el número de dispositivos que se instalarán o el tamaño del local al valorar los costes de instalación, pero esta información puede conducir a conclusiones erróneas. Es importante tener en cuenta varios factores.
El tiempo necesario para instalar y configurar los dispositivos: no se trata solo de instalar los nuevos dispositivos, sino de configurarlos, como definir la dirección de las cámaras, integrar el VMS, montar las cámaras (a veces con una plataforma elevadora) y añadir cableado cuando hace falta. Al elegir proveedores que utilizan herramientas avanzadas para simplificar el diseño del sistema, la instalación y la configuración, el ahorro puede ser considerable. Usando herramientas como AXIS Site Designer se reduce el riesgo de errores, por ejemplo en la altura de instalación de los dispositivos o en los cambios de objetivo, además de garantizar una implantación eficiente del sistema mediante la integración con un VMS como AXIS Camera Station.
Especialización del socio: los equipos experimentados con las cualificaciones adecuadas que invierten en formación continua ofrecen resultados de mayor calidad. Además, necesitan menos tiempo para la instalación y optimizan la vida del producto. Una instalación defectuosa puede provocar daños en el sistema, con los consiguientes costes de reparación o reinstalación.
El estado de las redes y la infraestructura de vigilancia actuales: una red de calidad deficiente provocará problemas de transmisión y cortes si no tiene suficiente capacidad para las necesidades de ancho de banda de los dispositivos. Puede sortear estas dificultades instalando dispositivos de calidad con tecnología de compresión inteligente, como Axis Zipstream, para reducir el ancho de banda y conservar todos los detalles forenses necesarios, lo que elimina la necesidad de invertir en la ampliación de la red.
Almacenamiento del sistema de vigilancia: cualquier organización con un sistema de vigilancia debe analizar cómo va a almacenar las grabaciones. Se trata de un factor muy importante porque el coste del almacenamiento va más allá de la compra de los servidores: incluye también su mantenimiento y la energía necesaria para usarlos (y refrigerarlos). Al utilizar tecnologías de compresión como Axis Zipstream, se pueden reducir los requisitos de almacenamiento en un 50% o más, lo que abre la puerta a un ahorro considerable.
Ubicación y requisitos de iluminación: es importante tener en cuenta donde está su local o locales al planificar la instalación. Por ejemplo, si está en un entorno rural, ¿tendrá que comprar equipos de iluminación adicionales para sacar el máximo partido al sistema de seguridad? Sin luz, las cámaras tienden a aumentar la ganancia, lo que reduce automáticamente la calidad de la imagen además de incrementar las necesidades de almacenamiento. Este problema puede solucionarse instalando luces para iluminar la zona o bien dispositivos con tecnologías de optimización de la luz, como Axis Lightfinder o Axis OptimizedIR.
Tasas de fallo o sustitución de los dispositivos: valore la calidad de los dispositivos instalados y las tasas de fallo o sustitución. Los costes suben rápidamente cuando hay que sustituir y volver a instalar cámaras que no pueden repararse. Por ejemplo, trabajamos en un proyecto que implicaba la instalación de 130 cámaras en un entorno de puerto distribuido, con cinco ubicaciones distintas. Al trabajar en un espacio fragmentado, el mantenimiento de los sistemas es más caro, por lo que es clave reducir las tasas de fallo y sustitución. Gracias a la calidad de las cámaras y el proceso de instalación, solo se tramitaron dos autorizaciones de devolución de producto (RMA) en cinco años. Si tenemos en cuenta que cada RMA obliga al instalador a acudir al sitio, subirse al poste, sustituir la cámara, empaquetar el dispositivo y gestionar su envío y procesamiento, la inversión en tiempo y dinero puede ser alta si la cantidad de RMA es elevada.
Mantenimiento preventivo: cuando se produce una avería, puede llevar tiempo determinar el origen del problema. En función de la gravedad del fallo, los clientes se quedan sin dispositivo mientras se realizan las pruebas de diagnóstico. Merece la pena invertir en dispositivos y herramientas que facilitan un mantenimiento eficiente y, a ser posible, preventivo. Opciones como AXIS Device Manager o AXIS Device Manager Extend permiten gestionar los dispositivos y solucionar problemas a distancia y sin complicaciones. Cuando tenemos la información sobre todos los dispositivos y las ubicaciones en un solo sitio, es fácil actualizar los dispositivos antes de que se produzca un problema, agilizar el diagnóstico de los fallos y, sobre todo, eliminar las costosas visitas sobre el terreno.
Regulaciones específicas de cada sector: por ejemplo, en la UE este año ha entrado en vigor la directiva NIS2. Según esta directiva, las organizaciones que proporcionan servicios esenciales, como energía, transporte e infraestructuras del mercado financiero, tendrán que tomar las medidas de seguridad apropiadas, lo que incluye proteger sus soluciones de vigilancia. Algunos países van todavía un paso más allá y comprueban su cumplimiento, con sanciones graves en caso de no aplicar lo establecido por la NIS2.
En general, ¿es más rentable instalar un sistema de vigilancia nuevo o actualizar un sistema existente?
Eso depende del nuevo sistema que piense instalar o del sistema actual que quiera poner al día. En ambos casos, mi recomendación es estudiar todas las variables que generan costes durante el ciclo de vida del sistema y calcular qué opción se ajusta mejor a sus necesidades, además de ofrecer la mayor rentabilidad de la inversión.
Los dispositivos que elija y el instalador con el que trabaje tendrán una influencia decisiva en los costes indirectos. Si decide instalar cámaras de más calidad, el desembolso inicial será mayor que si hubiera comprado alternativas más asequibles, pero acabará ahorrando a largo plazo gracias a unas necesidades inferiores de ancho de banda y almacenamiento, menos intervenciones de mantenimiento y una tasa más baja de fallos o sustitución.
Analizando el impacto de diferentes dispositivos sobre el coste total de propiedad, puede determinar todos los escenarios posibles y tomar la mejor decisión en función de sus circunstancias concretas. Por ejemplo, trabajamos con un gran puerto español que necesita cámaras capaces de resistir condiciones ambientales duras a causa del agua salada, la suciedad y la humedad. Con la instalación de dispositivos fabricados con los materiales más adecuados, como domos hidrófilos o antiarañazos y propiedades autolimpiables, el puerto ha conseguido reducir la frecuencia de limpieza de cada dispositivo. El resultado es un ahorro más que considerable no solo por la reducción del tiempo necesario para limpiarlos, sino también por las grúas que hacen falta para llegar a cada cámara.
¿Cómo pueden ayudar los socios a reducir los costes de instalación?
Antes que nada, las empresas deben calcular todos los costes asociados al sistema que tienen intención de comprar e instalar antes de dar el paso definitivo. Este proceso puede resultar complicado y requiere una inversión considerable de recursos, por lo que vale la pena encontrar a un integrador cualificado, con experiencia y sobre todo de confianza que pueda ayudarles a juntar todas las piezas del puzzle. Con esta estrategia, se reduce la probabilidad de que aparezcan “costes sorpresa”, ya sea en la fase de instalación o cuando el sistema está en marcha.