El comportamiento ético en los negocios nunca ha estado sometido a un examen más detallado. Los avances en la capacidad tecnológica, las cuestiones geopolíticas, la necesidad de reducir el impacto medioambiental y las expectativas de los clientes imponen a todas las organizaciones la necesidad de comprometerse a cumplir unos altos estándares de comportamiento ético. En esta presentación, el CEO de Axis, Ray Mauritsson, y Malin Svensson, Director de Recursos Humanos de Axis, analizan algunos de los retos que se plantean y explican de qué modo los valores de la empresa proporcionan una dirección clara para Axis, sus empleados y socios.
Axis se enorgullece de su visión de construir un «mundo más inteligente y seguro, y se presenta como una empresa que hace negocios «de forma correcta». Pero en un mundo tan cambiante y al desarrollar su actividad en un sector tan sensible como el de la vigilancia, ¿resulta complicado mantenerse fiel a sus valores?
Ray Mauritsson: Creo que mantenernos fieles a nuestros valores no es difícil. De hecho, opino que precisamente tener una serie de valores tan claros es lo que nos permite hacer frente a los cambios externos y a cualquier desafío ético que surja. Desde que se fundó, Axis ha sido una organización que ha tenido un propósito, y a medida que hemos crecido nos hemos asegurado de que nuestros valores se entiendan y se cumplan de manera sistemática. Nuestra visión de contribuir a construir un mundo más inteligente y seguro es la estrella que nos guía a todos en la dirección correcta, y tenemos la convicción de que la videovigilancia y las tecnologías relacionadas, cada vez más inteligentes, son sin lugar a dudas un recurso al servicio del bien.
Malin Svensson: Si bien nuestra visión nos indica una dirección clara, somos precavidos al afirmar que “un mundo más inteligente y seguro” no es un destino sino un viaje de aprendizaje continuo. Siempre quedará trabajo por hacer. Hay una gran cantidad de detalles detrás de nuestra visión y todo empieza con las cuatro piezas angulares de nuestra forma de entender la sostenibilidad: respeto a las personas, confianza, innovación responsable y protección del planeta.
Si nos apoyamos en nuestros pilares y valores fundamentales, nuestros empleados y socios cuentan con la confianza y el respaldo necesarios para tomar las decisiones correctas frente a los desafíos externos, ya sean de orden político o tecnológico, social o económico. Así pues, volviendo sobre el comentario de Ray, nuestros valores no cambian en función del entorno exterior, porque forman parte de nuestro ADN.
Axis ha crecido hasta convertirse en una gran organización global y opera en mercados de todo el mundo, donde existen visiones diferentes de lo que se entiende por «comportamiento ético». ¿Qué desafíos surgen a la hora de conseguir que todos los miembros de la empresa cumplan los mismos estándares éticos y cómo se pueden solventar?
Ray Mauritsson: Es verdad, en un espacio de tiempo relativamente corto, Axis ha pasado de estar formado por un pequeño equipo en Suecia a tener miles de empleados en más de cincuenta países por todo el mundo. Eso plantea desafíos, evidentemente, por en su mayor parte están relacionados con las comunicaciones y no tanto con la ética. Lo que antes se podía comunicar eficazmente reuniendo a todos los empleados en el comedor de la empresa, ahora se tiene que comunicar de una manera uniforme por todo el mundo. Pero insisto, nuestros estándares éticos no cambian en función de las condiciones de cada mercado. En ese aspecto, somos completamente inflexibles. Seguimos las leyes, reglamentos, códigos de práctica y normas que se aplican en los países donde operamos, pero a menudo también optamos por establecer normas más estrictas para nuestra propia empresa que las que dictan las leyes locales. Para mayor claridad, los detalles se establecen en un exhaustivo código de conducta que no solo se aplica a los empleados, sino a cualquier persona que actúe en representación de Axis.
Malin Svensson: En efecto, nuestro código de conducta es una referencia para los estándares que implantamos en la empresa, nuestros empleados, socios y cualquier otra persona que en un momento dado pueda representar a Axis en cualquier parte del mundo. El código de conducta se basa en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU y en los principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas y establece las condiciones de Axis como organización respetuosa con la ley, ética y responsable, así como nuestras expectativas con respecto a nuestros empleados y socios en estas áreas.
Desde nuestro enfoque hacia la diversidad y la inclusión, hasta la tolerancia cero frente a la discriminación, el acoso, la corrupción y la violación de la privacidad, el código de conducta no deja lugar a la duda en cuanto a los estándares de comportamiento que esperamos. Asimismo, llevamos a cabo sesiones de formación y talleres con empleados en temas relacionados con el código de conducta, lo que les proporciona confianza para cumplir con los estándares establecidos.
A pesar de ello, Axis se enfrenta a veces a críticas en relación con el uso que se ha dado a su tecnología. ¿Cómo responden a estas críticas?
Malin Svensson: Aceptamos que se nos examine y, cuando está justificado, que se nos critique. Ambas cosas nos ayudan a analizar nuestro negocio y a mejorar. Somos conscientes de que la seguridad y la vigilancia pueden ser una cuestión delicada y que en ocasiones surgen cuestiones éticas en torno al uso de la tecnología, cuando no sobre la propia tecnología. Somos una empresa de tecnología innovadora que explora y aprende constantemente al tiempo que desarrolla sus tecnologías y productos. Sin embargo, apostamos por la innovación responsable y, antes de sacar cualquier producto o solución al mercado, lo analizamos muy bien. Solo comercializamos productos y servicios que podemos respaldar desde el punto de vista ético y solo avalamos las aplicaciones que les dan los clientes si están en línea con nuestra visión ambiciosa y positiva.
Ray Mauritsson: Por desgracia, es verdad que las tecnologías de vigilancia pueden utilizarse de formas menos deseables y, lejos de querer excusarlo, siempre habrá un contexto en el que no seamos capaces de controlar el uso que se haga de nuestra tecnología. Para abordar este problema de la mejor manera posible, contamos con un completo proceso sistemático y automático de selección de socios, así como de clientes finales que conocemos; esta selección incluye listados nacionales e internacionales de sanciones y restricciones, incluida la Lista Consolidada del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Además de nuestro proceso de selección, mantenemos en conversaciones periódicas con nuestros socios (y en proyectos de mayor envergadura también con los clientes finales) para detectar cualquier riesgo de que nuestros productos se utilicen de forma distinta a su uso previsto. También nos negaremos a participar en proyectos que tengamos razones para creer que supondrían una vulneración de los derechos humanos, y revisaremos y mejoraremos constantemente nuestros procesos para cumplir nuestras responsabilidades de acuerdo con las recomendaciones de las Naciones Unidas.
Hemos puesto en marcha un proyecto para estudiar las implicaciones de la Directiva de la UE sobre diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad, que entrará en vigor próximamente. Hemos identificado varias áreas con efectos negativos sobre los derechos humanos y vamos a trabajar para reducirlos. Algunas de estas áreas son la privacidad personal en relación con nuestros productos, riesgos inherentes de la cadena de suministro, como minerales procedentes de zonas de conflicto, y también los derechos humanos/privacidad al usar nuestros productos y soluciones.
¿Cómo se asegura Axis de que las aplicaciones cada vez más sofisticadas desarrolladas para sus cámaras se ajustan a los valores éticos de la empresa?
Ray Mauritsson: El código de conducta y los procesos de control mencionados anteriormente son los pilares que nos permiten garantizar que nuestros empleados y socios, también los que desarrollan aplicaciones para cámaras Axis, aplican los criterios éticos más exigentes, independientemente de la evolución de la tecnología o los cambios en el mercado.
La llegada de la analítica y la IA obliga a tener en cuenta otros factores, tanto al desarrollar aplicaciones como al utilizarlas. Desde la perspectiva del desarrollo, no solo dedicamos grandes esfuerzos a garantizar que los datos de entrenamiento se obtengan de forma legal y que los datos personales estén protegidos. También nos aseguramos de que los datos sean relevantes, se correspondan con la situación para la que deben usarse y presenten una variedad suficiente para esta finalidad.
Es importante eliminar o minimizar los sesgos en las detecciones y las acciones, y mantener un diálogo transparente en torno a posibles sesgos inconscientes en nuestras aplicaciones, para incorporar todas las aportaciones en este proceso. Un buen punto de partida es tener siempre en cuenta el factor humano en la toma de decisiones, lo que obliga a poner a disposición de los operadores datos relevantes para que puedan decidir las próximas acciones tras una alerta automatizada.
Solo desarrollamos soluciones comerciales para escenarios en los que creemos y comunicamos siempre su finalidad, y esperamos de nuestros socios que hagan lo mismo. A partir de esta premisa y teniendo en cuenta naturalmente marcos legales como el RGPD, elegimos con suma atención qué lanzamos al mercado y cómo lo hacemos en todo lo relacionado con la analítica basada en IA.
No obstante, en última instancia, Axis es una empresa comercial que tiene como objetivo generar beneficios y valor para su empresa matriz. ¿Qué papel representa la ética en los objetivos comerciales de la empresa?
Ray Mauritsson: En realidad se trata de una cuestión de confianza. La gente solo hace negocios con personas en las que confían, y las empresas solo tienen éxito comercial si las personas confían en ellas. Los principios y el comportamiento ético de una organización cada vez influyen más a la hora de generar confianza entre una empresa y todos los actores de la misma, no solo sus clientes. Son muchos los ejemplos del impacto negativo sobre el valor y los resultados de una organización de una acción que rompa la confianza entre una compañía y sus clientes, socios o accionistas. Así pues, generar confianza y mantenerla es fundamental.
Malin Svensson: Trabajar con ética significa trabajar con las personas. La ética consiste en aplicar nuestros valores a la vida real, por ejemplo, en la forma en que respondemos a los desafíos a los que nos enfrentamos como compañeros de trabajo, proveedores o clientes. En Axis, nos apasiona la tecnología, las relaciones personales y hacer lo correcto, y tenemos una cultura de apertura, honestidad y voluntariedad que compartir. Nuestra pasión y cultura, y los comportamientos a los que conduce, nos ayudan a atenernos a los principios éticos correctos y, a través de esto, contribuirán a que seamos un socio exitoso a largo plazo en nuestro sector.
Estamos orgullosos de los estándares que nos hemos fijado, pero nunca nos damos por satisfechos pensando que las relaciones de confianza que construimos tanto con los empleados como con los clientes no se verían dañadas si relajamos nuestros estándares. Esa es la razón por la que siempre será un aspecto prioritario para Axis.