Que la tecnología se ha convertido en algo omnipresente en nuestra vida personal y laboral no es ninguna novedad. Esto se debe en gran medida a los beneficios que las nuevas tecnologías aportan a las empresas y los ciudadanos de todo el mundo en la prestación de servicios nuevos, más eficaces y cada vez más eficientes.
Sin embargo, la profundidad de la integración de la tecnología en nuestras vidas, los avances en sus capacidades y la mayor conciencia de sus implicaciones en la sociedad son también mayores que nunca y siguen acelerándose.
Por ello, muchas de las grandes macrotendencias mundiales -que abarcan cuestiones geopolíticas, incertidumbre económica, preocupaciones medioambientales y derechos humanos- tienen implicaciones para todos los sectores tecnológicos, incluido el de la seguridad.
El nuestro es un sector que hace uso de una tecnología cada vez más inteligente, inherentemente implicado en la recopilación de datos sensibles, y tan afectado por las cuestiones geopolíticas que afectan al comercio internacional como cualquier otro. Sin embargo, seguimos convencidos de que nuestras innovaciones crearán un mundo más inteligente y seguro.
Estas son las seis tendencias tecnológicas clave que creemos que afectarán al sector de la seguridad en 2023.
1. Hacia una visión práctica
En los últimos años, la creciente aplicación de la IA y el aprendizaje automático o deep learning ha hecho que se preste más atención a las oportunidades que ofrecen los análisis avanzados. En el futuro, el foco de atención se desplazará de los propios análisis a la información práctica que ofrecen en casos de uso específicos. No se trata tanto de decirle que algo va mal como de ayudarle a decidir qué medidas tomar.
Un factor clave a la hora de emplear la analítica para ofrecer información práctica es el enorme aumento de datos que generan las cámaras de vigilancia, junto con otros sensores integrados en una solución. Los datos (y metadatos) que se crean serían imposibles de interpretar por operadores humanos y actuar en consecuencia con la suficiente rapidez, incluso con enormes y costosos aumentos de recursos.
El uso de análisis puede impulsar acciones en tiempo real que favorezcan la seguridad y la eficacia operativa. Desde avisos para llamar a los servicios de emergencia en caso de incidentes hasta la redirección del tráfico en las ciudades para aliviar los atascos, pasando por la redistribución del personal en puntos de venta concurridos o el ahorro de energía en los edificios mediante una iluminación y calefacción más eficientes, la analítica está recomendando, incitando e incluso empezando a tomar las medidas que apoyan a los operadores humanos.
Más allá de la información práctica "en vivo", la analítica puede ayudar en el análisis forense posterior al incidente. De nuevo, dada la enorme cantidad de datos que generan las cámaras de vigilancia, encontrar las vistas relevantes de una escena puede llevar mucho tiempo. Esto puede obstaculizar las investigaciones y reducir la probabilidad de encontrar a los sospechosos. La búsqueda asistida aborda este problema, ayudando a los operadores a encontrar rápidamente personas y objetos de interés entre horas de grabación.
Por último, las acciones propuestas promovidas por la analítica son cada vez más prospectivas. El tiempo de inactividad en las instalaciones industriales y fábricas puede ser costoso. Una combinación de sensores permite que la analítica inteligente proponga un mantenimiento preventivo antes de que se produzca un fallo.
"De la analítica a la acción" se convertirá en un mantra para 2023.
2. Arquitecturas híbridas definidas por casos de uso
Como hemos destacado en anteriores entradas sobre tendencias tecnológicas, ahora se acepta comúnmente que una arquitectura tecnológica híbrida es la más adecuada para los sistemas de seguridad, ya que combina servidores locales, computación basada en la nube y potentes dispositivos periféricos.
Sin embargo, no hay una arquitectura que se adapte a todos los escenarios. Pero aquí está la solución: primero evalúe lo que debe abordarse en su caso de uso específico y, a continuación, defina la solución híbrida que satisfaga sus necesidades. Hay que tener en cuenta una serie de factores.
Sin duda, las ventajas de la analítica avanzada integrada en las cámaras de vigilancia en el borde de la red son evidentes. El análisis de las imágenes de mayor calidad en el instante en que se capturan ofrece a las organizaciones la mejor oportunidad de reaccionar en tiempo real.
Del mismo modo, los datos generados por las cámaras de vigilancia son ahora útiles más allá de la visión en tiempo real. El análisis de las tendencias a lo largo del tiempo puede aportar información que conduzca a una mayor eficiencia operativa. Este análisis suele requerir la potencia de procesamiento de los servidores locales o de la nube.
Y, por supuesto, están los requisitos -a menudo definidos por la normativa- en torno a la privacidad y el almacenamiento de datos, que varían de un país a otro y de una región a otra. Estos requisitos pueden marcar la diferencia entre el almacenamiento in situ y el uso de la nube.
Lo esencial es no atarse a una única arquitectura. Mantente abierto, date la flexibilidad de crear la arquitectura híbrida que mejor se adapte a tus necesidades específicas.
3. La aparición de subtendencias de ciberseguridad
La importancia de la ciberseguridad también se pone de relieve a través de la exigencia de cumplir las normas. Por ejemplo, la propuesta de Ley de Ciberresiliencia de la Comisión Europea impondrá mayores exigencias a los productores de hardware y software de todos los sectores para garantizar la ciberseguridad de sus productos, a través de menos vulnerabilidades en el lanzamiento y una mejor gestión de la ciberseguridad a lo largo del ciclo de vida de los productos. El sector de la seguridad y la vigilancia estará, por supuesto, incluido.
La Ley demuestra tanto la importancia como la complejidad de la ciberseguridad. Ya no puede considerarse un solo tema, sino varios ámbitos interrelacionados. Algunos de ellos están bien establecidos, pero otros están surgiendo.
En el sector de la videovigilancia, las medidas de ciberseguridad que garanticen la autenticidad y seguridad de los datos a medida que se capturan y transfieren de la cámara a la nube y al servidor serán esenciales para mantener la confianza en su valor.
Veremos un enfoque más proactivo por parte de los proveedores de tecnología a la hora de identificar vulnerabilidades, con programas de "recompensas por fallos" que se convertirán en algo habitual para incentivar a las partes externas.
Y los clientes esperarán transparencia en relación con la ciberseguridad de las soluciones de seguridad, con una lista de materiales de software que se convertirá en estándar para evaluar la seguridad del software y la gestión de riesgos.
4. Más allá de la seguridad
Una de las tendencias más significativas para el sector de la seguridad, y con ella una oportunidad igualmente significativa, es el paso más allá de la seguridad.
Las cámaras de vigilancia se han convertido en potentes sensores. La calidad de la información de vídeo que captan, en todas las condiciones, ha aumentado año tras año durante décadas. Hoy en día, gracias a los análisis avanzados, también crean metadatos -información sobre los datos de vídeo- que añaden otra capa de información y valor.
Esto, por supuesto, mejora y potencia su capacidad para respaldar casos de uso relacionados con la seguridad y la eficiencia operativa, además de la seguridad. Ahora existe la oportunidad de combinar los datos creados por las cámaras de vigilancia con los de otros sensores (temperatura, ruido, calidad del aire y del agua, vibraciones, condiciones meteorológicas, etc.) para crear una red sensorial avanzada que permita tomar decisiones basadas en datos.
Ya estamos viendo algunos usos de estas redes en entornos industriales a través de la supervisión de procesos y el apoyo al mantenimiento proactivo. Pero los casos de uso en los que podrían aplicarse estas redes sólo están limitados por nuestra imaginación, pero sin duda pueden ayudar a mejorar casi todos los aspectos de nuestras vidas, incluida nuestra seguridad.
5. La sostenibilidad siempre, el cambio climático en primer plano
La sostenibilidad ha figurado en varias de nuestras predicciones anuales sobre tendencias tecnológicas, y no vemos menos necesidad de mantener el impulso a las iniciativas de sostenibilidad en su sentido más amplio durante el próximo año. Garantizar que las organizaciones sigan midiendo y mejorando las prácticas medioambientales, sociales y de gobernanza empresarial de sus negocios será esencial para respetar a las personas, ser un socio comercial de confianza, innovar de forma responsable y proteger nuestro planeta. Todos estos aspectos serán objeto de un escrutinio cada vez mayor por parte de los clientes de soluciones de seguridad y protección.
Sin embargo, dadas las condiciones extremas del año pasado, esperamos que en 2023 se preste más atención específicamente a la lucha contra el cambio climático. Está claro que aún no estamos haciendo lo suficiente para detener la aceleración del calentamiento global, y se espera que todos los sectores redoblen sus esfuerzos.
Para Axis, un paso clave ha sido comprometerse con la Iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi, por sus siglas en inglés), que nos permitirá establecer objetivos de reducción de emisiones, no sólo en nuestra propia empresa, sino en toda nuestra cadena de valor. Y este es un punto clave. Si bien las organizaciones pueden hacer grandes esfuerzos para reducir las emisiones de sus propias operaciones, estos pueden verse socavados si sus cadenas de valor ascendentes y descendentes no están alineadas con los mismos objetivos.
Para las empresas tecnológicas, sin embargo, el escrutinio de sus propias operaciones comerciales será sólo una cara de la moneda del cambio climático. También se espera que demuestren cómo sus productos y servicios apoyan los objetivos de sostenibilidad de sus propios clientes, creando eficiencias que también ayuden a esas organizaciones a reducir las emisiones.
6. Una mayor atención reguladora
Inevitablemente, dada su omnipresencia y poder, el sector tecnológico en su conjunto y las tecnologías específicas están siendo objeto de un mayor escrutinio por parte de los reguladores y los responsables políticos. Seguimos creyendo que la atención debe centrarse siempre en la regulación de los casos de uso de la tecnología, no en la tecnología en sí, y siempre cumplirá la normativa local, regional e internacional. Pero puede ser un panorama complicado.
La Comisión Europea es una de las más activas a la hora de intentar regular la tecnología en un esfuerzo continuo por proteger la privacidad y los derechos de los ciudadanos. Su propuesta de Ley de IA, que forma parte de la Estrategia Europea de IA de la Comisión, pretende asignar categorías de riesgo específicas a los usos de la IA y sería el primer marco jurídico sobre IA. Al igual que la Directiva de la Comisión sobre responsabilidad de la IA, la Ley de IA será sin duda objeto de mucho debate antes de convertirse en ley.
Pero ya sea en relación con la IA, las demandas en torno a la ciberseguridad, la privacidad de los datos, el freno a la influencia de las "grandes tecnológicas" o el establecimiento de la soberanía tecnológica, está claro que las empresas tecnológicas del sector de la seguridad tendrán que adherirse cada vez más a normativas más estrictas. En términos generales, esto debe acogerse con satisfacción, ya que garantizar la transparencia empresarial y la práctica ética sigue siendo fundamental.
La mayor oportunidad para nuestro sector sigue estando en alinear el éxito comercial continuado con nuestra responsabilidad de abordar los problemas críticos a los que se enfrentan el planeta y nuestra población. Como siempre, somos optimistas en cuanto a que la combinación de nuestra inventiva humana, los avances tecnológicos y la práctica empresarial ética pueden combinarse para hacer del mundo un lugar mejor.