Sienna Cacan, Global Enterprise Segment Marketing Manager de Axis Communications, explora el potencial de la tecnología de vanguardia para hacer que los centros de datos sean más inteligentes, seguros y eficientes.
El sector de las infraestructuras digitales está preparado para un crecimiento explosivo. Es probable que la demanda de servicios electrónicos se duplique en la próxima década, y la industria mundial de centros de datos podría triplicar su tamaño1 en el mismo periodo para satisfacer esta necesidad cada vez mayor. Gran parte de esa infraestructura impulsa los servicios diarios en los que el mundo ha venido a confiar, pero una gran parte del crecimiento de la demanda proviene de la próxima generación de prestación de servicios: el mundo de la IA.
La inteligencia artificial ha cambiado significativamente en los últimos años. Los muchos titulares de la IA generativa provienen de su rápida evolución, y hemos visto cómo la generación de texto, imágenes e incluso vídeo se ha convertido en una serie de herramientas convencionales. Pero la IA predictiva, diseñada no para generar datos, sino para analizarlos y sacar conclusiones de ellos, ha recibido una reacción pública más moderada. Esto es así a pesar de su potencial para extraer información valiosa a partir del sonido, las imágenes y, lo que es más importante, el vídeo más allá de cualquier cosa que pudiéramos esperar lograr solo con seres humanos.
Combinación de datos de vídeo e IA
La IA no es solo un impulsor del crecimiento, sino también un facilitador de ese mismo crecimiento. A medida que los centros de datos se expandan en tamaño y se vuelvan más complejos, y a medida que sus ubicaciones se expandan para satisfacer la demanda en todo el mundo, la IA desempeñará un papel fundamental a la hora de simplificar la gestión local y remota de las instalaciones. A medida que aumente el consumo de energía (se espera que la IA generativa por sí sola requiera 38 GW adicionales para el año 2028), la IA ayudará a encontrar nuevas eficiencias y descubrir fuentes de residuos. Y a medida que los centros de datos entren en su era de entidad crítica, la IA respaldará la función esencial de seguridad y protección de las instalaciones.
Los datos de vídeo son ahora un recurso valioso para el análisis de la IA. Una cámara es potencialmente el sensor más potente que una empresa puede utilizar, generando millones de puntos de datos varias veces por segundo. Cada píxel se puede aislar y analizar, una sola vista de cámara dividida en numerosos puntos de interés para permitir que una cámara realice varios trabajos a la vez. La analítica basada en objetos puede detectar, rastrear y clasificar elementos dentro de una escena, y activar procesos automatizados basados en reglas fácilmente definidas. Las cámaras son versátiles y sus aplicaciones son casi ilimitadas.
La tecnología existente y nuevas oportunidades
Si una cámara puede ver algo, la IA puede actuar en consecuencia. A través del aprendizaje profundo, es posible desarrollar aplicaciones reactivas personalizadas que ofrezcan nuevas soluciones a problemas antiguos, o detectar nuevos problemas antes de que sea demasiado tarde para actuar sobre ellos. Y, a diferencia de las pesadas cargas de trabajo de IA que respaldan el rápido crecimiento de los centros de datos, los modelos de IA debidamente formados permiten que dichas aplicaciones analíticas se ejecuten directamente en el extremo de la red, dentro del hardware de la cámara en el que confían.
Esto significa que una cámara que ya se utiliza para la seguridad podría mejorar sus capacidades, utilizando analíticas de IA para identificar la presencia de personal no autorizado en áreas sensibles y hacer sonar automáticamente la alarma, o detectar y alertar a los operadores acerca de actividades sospechosas como gente merodeando o robos. Pero también significa que la misma cámara podría hacer más: podría integrarse con un sistema de control de acceso para detectar el seguimiento de cerca entre personas o trabajar en tándem con una cámara térmica para ofrecer a los operadores una visualización en directo de cualquier punto caliente e incluso activar automáticamente un sistema de refrigeración adicional.
Posibilidades creativas para la innovación
El potencial creativo de la IA significa que las aplicaciones analíticas se pueden moldear para adaptarse a las necesidades únicas del entorno del centro de datos. La detección de objetos, por ejemplo, puede ajustarse para buscar elementos prohibidos como botellas de agua. Las cámaras se pueden configurar para detectar señales visuales o, a través de sus micrófonos, señales acústicas de fallo o degradación del servidor. Las analíticas se pueden formar para buscar peligros ambientales, como fugas, y garantizar que el mantenimiento y la conservación sean adecuados para prolongar la vida útil del equipo.
A medida que aumenta el número de clientes de los centros de datos, la analítica de vídeo puede ofrecer a los clientes que comparten ubicación una verificación visual del estado preciso de sus servidores físicos o ayudar a optimizar el uso de energía a través de sistemas automáticos de iluminación y refrigeración basados en la ocupación detectada. Incluso la recuperación tras catástrofes puede beneficiarse de las analíticas de IA: una cámara que detecte humo podría activar automáticamente avisos por altavoces, mientras que las cámaras, los intercomunicadores y los lectores catalogan el número y la ubicación precisos del personal para agilizar los procedimientos de evacuación.
Apoyamos el futuro de los centros de datos
Los centros de datos son la piedra angular de la tecnología del mañana, pero nadie dice que la rápida expansión de la infraestructura digital vaya a ser fácil. Los operadores necesitan todas las ventajas que puedan obtener, ya sea ahorrar dinero, ahorrar energía o simplemente mantener las instalaciones lo más limpias, eficientes y seguras que sea posible. Las analíticas de IA ofrecen todas estas y otras ventajas, todas como una extensión de hardware que sería necesaria para la función de seguridad, independientemente de si se utilizaron o no analíticas.
A medida que el mundo se vuelve más inteligente, también lo hace la infraestructura digital. Planificar nuevos emplazamientos o actualizaciones para aprovechar al máximo los beneficios de la IA es el camino hacia un mundo más inteligente y seguro tanto para los operadores como para sus clientes y, lo que es fundamental, sus datos.