En el complejo panorama del sector minorista actual, una prevención eficaz de la delincuencia requiere un enfoque colaborativo que vaya más allá de los límites individuales de las tiendas. Al colaborar con empresas locales, fuerzas del orden y servicios de seguridad, los minoristas pueden mejorar significativamente su postura de seguridad y mitigar el riesgo de delitos.
El Loss Prevention Research Council (LPRC) reconoce el papel fundamental de la comunidad en la prevención de la delincuencia en el sector minorista, por lo que dedica una de sus cinco zonas de influencia a esta área. Esto se debe a que la delincuencia organizada a menudo opera en múltiples ubicaciones y jurisdicciones, lo que anima a las organizaciones locales a colaborar y aprovechar los datos disponibles para coordinar los esfuerzos con las empresas vecinas y las fuerzas del orden.
Históricamente, los minoristas han confiado en sus propias medidas de seguridad internas para evitar delitos. Sin embargo, este enfoque ya no es suficiente en el complejo entorno de amenazas actual. Al aprovechar sus datos y colaborar con otras partes interesadas, los minoristas pueden agrupar sus conocimientos y recursos colectivos para crear una estrategia de seguridad más completa y eficaz.
En el contexto de la seguridad minorista, la «comunidad» abarca un ecosistema más amplio de partes interesadas, incluidas las empresas locales vecinas, los centros de operaciones de seguridad privada (SOC), los servicios de seguridad y las fuerzas del orden con centros criminales en tiempo real (RTCC). Dada la asombrosa carga económica de la delincuencia en el sector minorista, con pérdidas estimadas en un total de 1800 millones de libras esterlinas en el Reino Unido, 112 000 millones de dólares estadounidenses en EE. UU. y 17 000 millones de euros en la UE, está claro que los minoristas individuales no pueden combatir eficazmente este problema por sí solos. Para abordar este reto, han surgido iniciativas colaborativas, como la Coalición de Aplicación de la Ley y Comercio Minorista (C.L.E.A.R) en los Estados Unidos y Pegasus en el Reino Unido, que fomentan las asociaciones entre las fuerzas del orden y el sector privado minorista para compartir información, mejores prácticas y recursos en la lucha contra la delincuencia minorista.
Centros de operaciones de seguridad (SOC)
Los SOC suelen ser centros privados que emplean los minoristas para proporcionar detección de amenazas en tiempo real, así como servicios reactivos. Al analizar datos visuales, ayudan a proporcionar conciencia situacional y detección proactiva, reduciendo a su vez los tiempos de respuesta a incidentes, a la vez que habilitan el análisis forense de los incidentes grabados. También ayudan con la gestión de registros de incidentes y el almacenamiento e intercambio de información.
Centros de lucha contra el crimen en tiempo real (RTCC)
Las fuerzas del orden dirigen los RTCC para proporcionar información situacional en tiempo real de la zona y ayudar a determinar la respuesta adecuada a cualquier incidente en vivo y evitar que se produzca una escalada adicional en el momento. Tanto las tecnologías de vigilancia públicas como privadas (cuando estén disponibles) se integran en una red centralizada que mejora en gran medida la visibilidad y el área cubierta. A continuación, un potente software analiza automáticamente las grabaciones en tiempo real, señalizando incidentes y comportamientos sospechosos. Esto también agiliza los procesos posteriores al incidente que, de otro modo, podrían tardar días, lo que reduce significativamente los plazos de investigación.
Integración tecnológica: La clave del éxito
La capacidad de analizar información significativa en tiempo real reside en el núcleo de una colaboración exitosa con la comunidad. Esto requiere una infraestructura tecnológica sólida que pueda facilitar el intercambio de datos entre diferentes partes interesadas. Los estándares de tecnología abierta y las redes centralizadas son esenciales para garantizar una comunicación fluida y minimizar los problemas de interoperabilidad.
Al utilizar sistemas de gestión de vídeo (VMS) equipados con funciones de vanguardia como la búsqueda forense, los minoristas pueden agilizar significativamente la identificación y ubicación de incidentes específicos, personas y vehículos relacionados con la delincuencia organizada. Con una base de datos preexistente de identificadores conocidos, los minoristas con sus centros de operaciones de seguridad (SOC) y centros de delitos en tiempo real (RTCC) asociados pueden localizar e investigar rápidamente actividades sospechosas. Esta funcionalidad de búsqueda mejorada permite tiempos de respuesta más rápidos, una mejor recopilación de pruebas y una mayor colaboración entre las partes interesadas, lo que en última instancia refuerza la capacidad de toda la comunidad para combatir la delincuencia minorista.
Aunque las normativas de protección de datos como el RGPD y la CCPA imponen reglas estrictas sobre la recopilación, el uso y el almacenamiento de datos personales, permiten el intercambio de datos personales con las fuerzas del orden en determinadas circunstancias. Los minoristas deben asegurarse de cumplir con estas regulaciones cuando compartan información con terceros externos.
Adopción de un enfoque colaborativo para la prevención de la delincuencia en el sector minorista
El futuro de la prevención de la delincuencia en el sector minorista reside en la coordinación colaborativa y estratégica entre los minoristas, las fuerzas del orden y los servicios de seguridad. Más allá de la mera gestión de incidentes individuales, compartir información de esta manera tiene grandes ventajas. Al agrupar información y datos de incidentes, los minoristas y la comunidad en general pueden identificar patrones, tendencias y delincuentes reincidentes con mayor facilidad. Esta inteligencia colectiva permite desarrollar estrategias basadas en datos para reducir la delincuencia, a la vez que agiliza el proceso de investigación y minimiza el esfuerzo manual. Además, iniciativas como el programa SaferPlaces del Loss Prevention Research Council (LPRC) demuestran el valor de la investigación colaborativa en la mejora de las estrategias de prevención de pérdidas. Al involucrar a las fuerzas del orden, expertos, personal minorista, clientes e incluso antiguos delincuentes, estos programas descubren información valiosa sobre los factores que impulsan la delincuencia en el sector minorista y, en última instancia, contribuyen a un entorno de compra más seguro.
El futuro de la lucha contra la delincuencia en el sector minorista reside en el intercambio compartido de información. La colaboración comunitaria y la integración tecnológica son componentes esenciales de una estrategia integral de seguridad para el sector minorista. Al colaborar y compartir información, los minoristas pueden mejorar significativamente su postura de seguridad y mitigar el riesgo de delitos. A medida que el panorama minorista continúa evolucionando, es imperativo que los minoristas prioricen la colaboración comunitaria e inviertan en la infraestructura tecnológica necesaria para respaldar este enfoque.