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El valor de la videovigilancia en el transporte público

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Seguridad en transporte público

La composición de ciudades inteligentes y la adopción de nuevas tecnologías constituye el compromiso del sector público por las alegadas necesidades en el control de la criminalidad, con necesidades que destacan la importancia en prevención de la delincuencia, infracciones administrativas y accidentes viales. 

La videovigilancia se ha establecido como la herramienta por medio de la cual se permite la recolección de datos que pueden dar cuenta de la problemática que atraviesan las ciudades de Latinoamérica, que recae en el deterioro de seguridad urbana.

De acuerdo con los datos arrojados por la Encuesta Nacional de Victimización del gobierno de Argentina, se obtuvo que de acuerdo a la percepción de seguridad ciudadana, al menos el 85.1% de la población considera a la inseguridad en su ciudad de residencia como un problema sumamente grave. Dichas cifras no pueden analizarse de manera aislada en el contexto Latinoamericano, ya que dan cuenta de la problemática que se atraviesa a nivel continental.

Para ofrecer parámetros precisos sobre cómo la video seguridad ataca directamente a esta cuestión, Axis Communications en colaboración con la Asociación Internacional de Transporte Público (UITP), realizó una investigación sobre tendencias internacionales de videovigilancia en el transporte público, con lo cual se plantean cuatro ejes fundamentales para entender las aportaciones que tienen los sistemas de seguridad en la movilidad urbana.

 

1. El valor de la videovigilancia en el ciclo de vida del incidente

Los sistemas de videovigilancia sirven para brindar una pronta atención en accidentes, gracias a su interoperabilidad con los centros de monitoreo, la visión que ofrecen permite recopilar información desde antes que haya ocurrido cualquier percance, se facilita la labor policial con intervención preventiva y sobre todo en el esclarecimiento de delitos ya cometidos.

Por tanto, el ciclo de vida de un incidente que se registra dentro o fuera del transporte público, puede gestionarse y actuar en consecuencia a través del uso de soluciones de video, cámaras de red, sistemas IP, entre otros dispositivos. En el informe de incidencias se encontró que se atribuye el valor de video más alto en las fases de detección, priorización y respuesta cuando ocurre un incidente en tiempo real o casi real. Por lo cual, los resultados indican un enfoque determinado en la vigilancia de manera activa en los sucesos cotidianos.

 

2. Compartir video en vivo para una mejor conciencia de la situación

Cuando las cámaras trabajan en favor de la ciudadanía, se tiene una base fundamental para una toma de decisiones exitosa, en la cual la tecnología funciona como recopilador de información que puede ser analizada para la gestión de incidentes y el trabajo de seguridad. Por lo cual, conocer las situaciones que acontecen permite documentarse sobre en entorno que se está estudiando, visualizar de manera clara lo que está sucediendo, y tener proyecciones para accionar en un futuro cercano. En el estudio realizado también se encontró que, a través del trabajo en conjunto entre los centros de seguridad central seguidos por los centros de control operativo y los centros de control de la estación,

se ha logrado que el intercambio de información genere mayores recursos para mejorar la capacidad en la toma de decisiones gracias a la conciencia situacional en escenarios como accidentes, obras y congestión vial.

 

3. Desafíos con un enfoque en tiempo real

Otro de los puntos de desarrollo dentro de las ciudades inteligentes, se refiere a desafío que implica la visualización en tiempo real, en donde para los operadores de videovigilancia, se ha vuelto imposible enfocarse en miles de imágenes debido a la extensión en los sistemas de videovigilancia y la dificultad que representa monitorear un número creciente de cámaras de video.

Por ello, es necesario contar con sistemas alternativos para potenciar el uso de la vigilancia, que robustecen los sistemas de seguridad. La calidad en la imagen también suele ser un obstáculo, puesto que existen territorios en los cuales las cámaras análogas no han sido remplazadas por sistemas más actuales, lo que limita al conocimiento de la situación y su compatibilidad con nuevos recursos. El siguiente paso se refiere a ofrecer sistemas más inteligentes, que de la mano de los operadores detecten y clasifiquen incidentes en tiempo real, así como nuevos hallazgos para los tomadores de decisiones en los centros de seguridad.

 

4. Activación de sistemas de videovigilancia

Por último, en este proceso de adopción de nuevas herramientas de videovigilancia automatizada se requiere de la visión con mirada al futuro, en la cual los gobiernos y el sector privado reconozcan la fiabilidad que tienen los sistemas de seguridad. La automatización y activación de los sistemas de videovigilancia en el transporte público continuará desarrollándose y muestran una tasa de interés entre el 60 y el 80%, que demuestra claramente las utilidades que se verán reflejadas en la próxima activación de cada vez más sistemas adoptados en el transporte público, con una visión más inteligente y segura.

En definitiva, existen suficientes elementos para que los sistemas de transporte de toda Latinoamérica comiencen esta transición hacia sistemas que brinden prestaciones seguras, reguladas y con una rápida respuesta que garantice el funcionamiento del sector hacia una vida más inteligente.

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