Cuando la gente piensa en los radares, lo primero que a muchos les viene a la cabeza son las películas de guerra. ¿Quién no recuerda alguna escena en la que un piloto de guerra de repente detecta al enemigo o un misil que se aproxima a través del radar? Unos dramáticos sonidos señalan el peligro que se aproxima cada vez más, antes de poder finalmente escapar, gracias al radar. Sin embargo, aunque la tecnología del radar lleva muchos años entre nosotros (se desarrolló en los años cuarenta) no ha perdido su importancia a pesar de su veteranía. Todo lo contrario: ha servido de base para muchas nuevas aplicaciones, especialmente en el sector de la vigilancia, ya que lo que antes era un carísimo elemento de equipos militares ahora es compatible con sus sistemas de vigilancia y puede ayudar a detectar a los “enemigos” de la seguridad en un recinto vigilado. Y de ahí que el radar pueda aportar diferentes ventajas a las empresas.
La gran virtud de los dispositivos con radar es que pueden aportar un gran abanico de datos extremadamente precisos sin necesidad de apoyarse en elementos externos, como el tiempo o la iluminación. Y esto se explica por su principio de funcionamiento: el radar envía ondas de radio o electromagnéticas dentro del espectro de radiofrecuencia. Si estas ondas topan con un objeto (independientemente de su tamaño) la señal rebota. Su receptor permite a los radares facilitar información sobre la velocidad, la dirección de desplazamiento y la posición exacta del objeto detectado. Hasta ahora, todo este proceso de detección no utilizaba cámaras, por lo que hay quien los ha bautizado como sistemas de detección “ciegos”.
El radar y la vigilancia: hechos el uno para el otro
A primera vista, la ceguera puede parecer una desventaja, especialmente en el sector de la vigilancia, pero esta aparente limitación en realidad resulta bastante útil para reducir el número de falsas alarmas. Al no depender de una secuencia visual, esta tecnología suele ser más precisa en este apartado. Sin el factor visual, los dispositivos no reaccionan al movimiento de las ramas, las sombras o la presencia de pequeños animales.
Los operadores pueden confiar en una detección las 24 horas del día. La presencia del radar en sectores tan estratégicos como el militar, la aviación o la industria naval demuestra sobradamente la precisión de esta tecnología y explica también su reciente entrada en el campo de la seguridad.
El radar aporta un plus a todas las cámaras de red y soluciones de seguridad del mercado. En primer lugar, con los radares es posible cubrir un radio de hasta 50 metros con un ángulo de 120 grados. Por tanto, es ideal para grandes recintos, como plantas industriales o almacenes con zonas exteriores cerradas. Además, el radar puede utilizarse en exteriores porque no se ve afectado por la lluvia, la niebla o la oscuridad.
Por si todo esto fuera poco, los radares y las cámaras de red se complementan a la perfección: un detector por radar de red puede facilitar las coordenadas exactas, la velocidad y el tamaño de un objeto o persona, de modo que las cámaras PTZ conectadas puedan seguir automáticamente el objeto una vez activadas. Y todo sin necesidad de intervención humana, ahorrando en patrullas de vigilancia. Además, los operadores pueden verificar los incidentes antes de enviar a los vigilantes de seguridad.
Los detectores por radar de red de Axis, utilizados como complemento de las soluciones de videovigilancia, ofrecen una excelente relación calidad-precio. Al estar basados en una plataforma abierta, pueden integrarse fácilmente con las cámaras de red, soluciones de audio y control de acceso de Axis, así como con sistemas de gestión de video de Axis y sus socios.
Atrapa al ladrón
El radar cuenta con numerosas ventajas, especialmente en entornos difíciles de vigilar, ya sea por el tamaño o la ubicación de la zona (por ejemplo, en exteriores y sin posibilidad de luz artificial por motivos medioambientales) o bien por la dificultad de acceso a las instalaciones. Algunos ejemplos podrían ser entornos de producción, fábricas, infraestructuras críticas, almacenes y centros comerciales.
En el caso de un gran centro comercial de Estocolmo, la utilización del radar marcó un antes y un después. Este recinto tenía que lidiar con un creciente número de falsas alarmas, a veces activadas por sombras o pequeños animales que cruzaban la zona vigilada. Y estas falsas alarmas se traducían en numerosas y caras llamadas a los servicios de seguridad. Además, el centro había detectado un aumento en el número de ladrones que conseguían entrar en sus instalaciones trepando por la fachada y entrando a través del techo. Para proteger sus espacios y clientes, los gestores del centro decidieron ponerse en contacto con Axis Communications y con el integrador de sistemas InSupport Nätverksvideo. Su solución consistió en la instalación de un detector por radar de red de Axis para complementar el sistema de seguridad del centro comercial, que incluía ya varios dispositivos Axis. En un tiempo récord, el centro comercial consiguió dar la vuelta a la situación y, actualmente, el número de falsas alarmas se ha reducido casi a cero.
Más allá de las ventajas visibles, el centro comercial ha ahorrado cientos de miles de coronas al año gracias a la reducción del gasto derivado del envío de personal de seguridad. “Las empresas pueden ahorrarse mucho dinero reduciendo las falsas alarmas y las llamadas a seguridad innecesarias. Además, la fiabilidad del servicio y el mantenimiento también puede traducirse en un importante ahorro Hemos observado que cada vez más empresas buscan esta seguridad en el funcionamiento y la vigilancia y, en este sentido, nosotros podemos garantizar unas operaciones ininterrumpidas”, asegura Fredrik Westin, CEO de InSupport.