El otro día estaba navegando por el sitio web de un gran minorista en línea. Quizás no sorprenda que me llamasen la atención productos como los videoporteros y los intercomunicadores. Es una categoría que ha explotado en los últimos años. Me llamó la atención que el crecimiento de los productos tecnológicos de consumo que antes se encontraban principalmente en el mundo comercial, como los intercomunicadores, pudiera crear el riesgo de que se pasasen por alto algunas de las diferencias clave. Así que decidí analizar este tema más en profundidad.
Los productos más complejos necesitaban más conocimientos especializados
Aunque quizás sea menos perceptible en la superficie (al fin y al cabo, los intercomunicadores modernos, ya sean para consumidores o empresas, están bien diseñados y son estéticamente agradables), la complejidad técnica de los productos de intercomunicación para uso comercial es mucho mayor. Como resultado, suelen venderse, instalarse y recibir asistencia técnica a través de la red de socios del fabricante original. En el lado del consumidor, por el contrario, estos productos están fácilmente disponibles para cualquier persona a través de los puntos de venta y los propios usuarios pueden instalarlos en sus hogares.
Esto se debe a la complejidad técnica de los intercomunicadores comerciales, a sus funciones y a la capacidad de configurarlos para casos de uso y requisitos específicos. Es un poco como ver la diferencia entre una moto y una bicicleta. Ambos tienen dos ruedas y pueden llevarte a donde quieras, pero uno tiene una ingeniería más compleja y muchas más capacidades.
La solidez necesaria para el uso empresarial
Si su caso es similar al mío, seguramente el timbre de su casa puede sonar un par de veces a la semana como máximo. En entornos comerciales (empresas y grandes propiedades residenciales), esto puede ocurrir varias veces por minuto.
Por lo tanto, es obvio que los intercomunicadores comerciales deben estar diseñados (y certificados) para soportar unos niveles de uso mucho más altos. Y mientras que el timbre de la puerta puede estar protegido bajo un porche, los intercomunicadores comerciales a menudo se colocan en una ubicación donde es esencial soportar cualquier condición meteorológica. Por último, y desafortunadamente, el vandalismo es otro riesgo al que se enfrentan los intercomunicadores en los entornos comerciales.
Los intercomunicadores comerciales cuentan con una serie de certificaciones relacionadas con estos problemas. Para la protección contra las inclemencias meteorológicas, busque una clasificación de protección contra entrada (IP) para polvo (0-6) y agua (0-9). Por ejemplo, los dispositivos con una clasificación IP65 son herméticos al polvo y están protegidos contra chorros de agua en cualquier dirección. Otro aspecto que se debe tener en cuenta es la clasificación IK. Esta clasificación mide la resistencia a impactos en una escala de 0 a 10, lo que supone una protección frente al vandalismo. Existen varias otras certificaciones como UL, CE y MET , junto con la conformidad con la NDAA cuando se trata de seguridad y protección.
Seguridad en todos los aspectos de los intercomunicadores comerciales
Los intercomunicadores están intrínsecamente relacionados con la seguridad: ayudan a las personas a gestionar el acceso a edificios o instalaciones. Pero los intercomunicadores de vídeo comerciales ofrecen seguridad en todo lo relacionado con el producto. Una de estas áreas es el aumento de la conectividad y la alimentación seguras, normalmente a través de POE (Power over Ethernet). Esto permite alimentar y conectar los intercomunicadores con un único cable. Esto se puede ver perfectamente en el armario de red, donde todos los equipos utilizan la misma solución de batería de auxiliar/generador.
En los intercomunicadores de consumo, las conexiones Wi-Fi se están convirtiendo en la solución de facto para la conexión. Esto significa que se necesita una fuente de alimentación independiente y, por lo tanto, también requiere una solución de energía auxiliar independiente. Las conexiones Wi-Fi también pueden generar problemas de fiabilidad y latencia debido a una señal deficiente o a problemas de congestión, dependiendo de la red.
Existen cada vez más pruebas de que los delincuentes, los ladrones y los asaltantes están utilizando emisores de interferencias Wi-Fi para deshabilitar dispositivos inalámbricos como cámaras de seguridad e intercomunicadores de vídeo de consumo. Esto no es posible con los dispositivos comerciales conectados a través de cables de red.
Si existe la preocupación de que los delincuentes puedan desconectar dispositivos de red por cable, como un intercomunicador, y conectar sus propios dispositivos, los productos comerciales tienen opciones adicionales para protegerlos. Una de ellas es una alarma antimanipulación. Este activador puede reproducir un mensaje a través del intercomunicador, hacer que el intercomunicador llame automáticamente al personal de seguridad o enviar un aviso en el momento en que detecta que alguien está manipulando el dispositivo. También hay protocolos de seguridad de red compatibles con estos intercomunicadores, como 802,1x, que, cuando se configura, bloquea todos los dispositivos excepto el permitido.
Configuración y personalización definitivas para intercomunicadores comerciales
Una alarma antimanipulación que activa una llamada o notificación es solo la punta del iceberg en la configuración de los intercomunicadores comerciales. Estos intercomunicadores pueden configurar múltiples eventos complejos o automatizaciones de forma eficaz, es decir, una serie de escenarios personalizables del tipo «si ocurre esto, entonces se hace esto otro». Por ejemplo, si una puerta se mantiene abierta demasiado tiempo, se puede activar un mensaje de audio en el intercomunicador solicitando que se cierre la puerta, junto con una notificación enviada a los operadores.
En entornos ruidosos, por ejemplo, el muelle de carga en un almacén, el intercomunicador podría activar una luz estroboscópica o una sirena conectada a la red cuando alguien pulsa el botón del intercomunicador o si el intercomunicador detecta movimiento o escucha un ruido fuerte.
Los intercomunicadores comerciales también tienen relés integrados para activar y proporcionar alimentación directamente a una puerta bloqueada. Las capacidades compuestas en algunos de estos intercomunicadores que también cuentan con control de acceso integrado, como RFID (identificación mediante radiofrecuencia), Bluetooth y/o un teclado para la introducción de un PIN. Ahora, cuando se pasa un llavero RFID, el intercomunicador podría configurarse para no solo desbloquear la puerta, sino también para abrirla, encender las luces, reproducir mi canción favorita, prepararme una taza de café y enviar un correo electrónico a mi jefe para decirle que he vuelto a llegar pronto…
Sin olvidar la función principal de los intercomunicadores: realizar llamadas
Por supuesto, la función principal de los intercomunicadores comerciales y de consumo es realizar llamadas. Presione un botón y hable en directo con alguien (presente o de forma remota). De nuevo, los intercomunicadores comerciales son altamente configurables en lo que respecta a las llamadas.
La base para ello es el uso de estándares y protocolos abiertos como SIP (Protocolo de inicio de sesión) para habilitar vídeo y la voz sobre IP. ¿Es deseable que el intercomunicador llame a un grupo o solo a una persona? ¿Sería beneficioso llamar a una aplicación de teléfono, una unidad de contestador con vídeo y un teléfono de sobremesa al mismo tiempo? ¿Qué pasaría si el primer contacto no respondiera? ¿A quién redirigir la llamada? ¿Y qué pasa con la programación? Llamar al servicio de seguridad o reproducir un mensaje cerrado fuera del horario laboral y los fines de semana, y luego a las 8 de la mañana del lunes volver a dirigir la llamada a un teléfono de escritorio y a una aplicación móvil. En última instancia, la flexibilidad en la configuración se consigue mediante el uso de estándares abiertos.
Para una mayor seguridad y para poder investigar cualquier incidencia, existe la posibilidad de grabar el vídeo procedente de la cámara del intercomunicador, así como de realizar y recibir videollamadas, todo ello a través de un sistema de gestión de vídeo (VMS). Esto se convierte en una parte integrada de la solución de cámara de seguridad de red, utilizando un estándar abierto como los proporcionados por ONVIF para la conectividad.
Un nivel adecuado de asistencia y garantía
Cuando se trata de ofrecer una ingeniería más compleja y de mayor calidad, los intercomunicadores comerciales son productos bien construidos y reciben una asistencia adecuada. Esto se refleja en la duración de la garantía ofrecida. Los productos de consumo suelen tener una garantía de 12 meses o menos. Un instalador profesional no querría dar soporte a un producto de este tipo y los clientes tampoco estarían contentos con él. Cuando se cambia a un intercomunicador de vídeo de calidad comercial con el que el fabricante se siente seguro, el mercado lo demuestra más con una garantía de 2 a 5 años. Esto es una prueba de la calidad de los productos que se suministran.
La lista de diferencias entre los productos diseñados para el uso del consumidor y los diseñados para aplicaciones comerciales podría continuar. No obstante, la idea ha quedado clara. Un videoportero de consumo no es adecuado para un uso empresarial. Los casos de uso de los intercomunicadores comerciales requieren intercomunicadores de vídeo comerciales sólidos y de alta calidad.
