Admitimos que la industria tecnológica puede ser terrible para crear una jerga que casi parece diseñada para confundir en vez de proporcionar claridad. En nuestra industria, una pregunta que nos hacen con frecuencia es: “¿Cuál es la diferencia entre una cámara protegida contra explosiones, una cámara a prueba de explosiones y una cámara a prueba de fuego?”.
En realidad, la respuesta es: “No mucha”. Los tres términos tienen esencialmente el mismo significado y describen cámaras diseñadas para disminuir cualquier riesgo de que la misma cámara cause una explosión.
Claridad, sin confusión, en la protección contra explosiones
Podemos entender la confusión. El Código Eléctrico Nacional define “a prueba de explosiones” el término que se utiliza ampliamente en Norteamérica, mientras que “a prueba de fuego” es el término que se utiliza en el sistema IECEx (la Directiva ATEX en la Unión Europea).
Sin embargo, una cámara a prueba de explosiones podría malinterpretarse como una cámara diseñada para soportar una explosión y seguir funcionando en caso de que ocurra. Del mismo modo, la resistencia al fuego podría causar un malentendido similar. Pero dada la diferencia en los tipos y la escala de las explosiones y los incendios, soportar una explosión sería increíblemente difícil de garantizar. Además, aunque una cámara pudiera soportar una explosión, cualquier cosa en la que estuviera colocada podría no hacerlo, lo cual anularía el beneficio.
Por este motivo, en Axis utilizamos el término: “protección contra explosiones”.
Prevención contra explosiones en vez de remedio
Los entornos qué tienen un riesgo potencial de explosión, debido a la presencia de gas o polvo en el aire, son más comunes de lo que se podría pensarse. Aunque la industria del petróleo y el gas se considera especialmente peligroso, otras industrias también representan un riesgo. Por ejemplo, aquellas que involucran instalaciones de manipulación y almacenamiento de granos, productos químicos industriales y farmacéuticos tienen el potencial de causar explosiones. Cualquier entorno en el que haya un riesgo de que se liberen líquidos, gases y polvo inflamables, y que puedan inflamarse, requiere que los equipos eléctricos estén certificados para no causar explosiones.
Una explosión en dichos entornos puede ocurrir cuando una fuente de ignición se encuentra con una sustancia inflamable, y una chispa o un calor excesivo proveniente de cualquier dispositivo electrónico podría causar la ignición de una explosión catastrófica. Por este motivo, tradicionalmente, las cámaras protegidas contra explosiones se encierran en carcasas resistentes, normalmente hechas de acero inoxidable o aluminio, y están certificadas para protegerlas contra cualquier chispa o calor excesivo emitido por la cámara. Por lo general, están certificadas para zonas peligrosas haya correspondientes a la Zona/División 1, donde hay una mayor probabilidad de que se genere una atmósfera explosiva, en comparación con las ubicaciones correspondientes a la Zona/División 2. Sin embargo, actualmente existen cámaras protegidas contra explosiones diseñadas y certificadas específicamente para zonas peligrosas correspondientes a la Zona 2/División 2. Por diseño, las cámaras no proporcionan suficiente energía para encender el gas o el polvo en la atmósfera, lo cual causaría una explosión. Este método de protección elimina la posible transición de energía y evita el riesgo de que surjan chispas, arcos o sobrecalentamiento.
En resumen: seguridad intrínseca frente a seguridad mejorada
Otro malentendido común es el del término “seguridad intrínseca”. Esto se utiliza a menudo cuando se habla de dispositivos protegidos contra explosiones cuando, de hecho, se refiere a un enfoque específico de protección contra explosiones, es decir, la “prevención”. Este enfoque se puede dividir en dos:
- Ex i: se refiere a la seguridad intrínseca
- Ex e: se refiere a una mayor seguridad
Con el equipo Ex i, la energía eléctrica que se produce dentro del equipo se limita a un nivel inferior al que podría causar una chispa, lo cual limita el calor en tu dispositivo. Aunque es similar en su enfoque a Ex e, la diferencia es que el equipo Ex i es seguro incluso en condiciones anormales, mientras que el equipo Ex e asume condiciones de funcionamiento normales. Sin embargo, los métodos para obtener seguridad en condiciones anormales hacen que Ex i no sea adecuado para dispositivos eléctricos de alta frecuencia que tengas instalados, como cámaras de red.
En general, la distinta terminología que se utiliza en la industria de la vigilancia, y en todas las regiones, puede ser confusa. Pero al desglosarlo, se vuelve más claro. Y aunque es poco probable que la industria empiece a utilizar nuestra terminología sobre protección contra las explosiones como un estándar global, una mayor comprensión de las ventajas de los dispositivos protegidos contra explosiones solo puede dar como resultado algo positivo.